Hay huellas que ni las lluvias se atreven a borrar, ni el viento y las arenas esconder, ni el tiempo marchitar.
Son huellas que adornan las paredes del alma, sentimientos sacramentarios que imprimen carácter: la Fe, la Amistad, el Amor…
Fotografía: Magdalena Requena (es la pared de su casa)
... me acabas de dar una idea...
ResponderEliminarGRACIAS, Curro!
has sido hoy, motivo de inspiración y el Texto...
inmejorable.
Sabes?
desde luego hay LUZ en "SiempreAmanece".
Un FelizAbrazoNuevo -jeje-
La primera frase es de esas que a mi me gustaría tejer con bolillos...
ResponderEliminarFelicita a Magadalena de mi parte por la fotografía, y por permitir dejar , en la pared, tu huella.
Te dejo un beso Curro.
Gonzalo: ¿idea? ¿qué idea? ahora no me dejes con la duda, ¡cuéntame!
ResponderEliminarVolVoreta: teje teje, que si no te sale un jersey, ¡lo mismo te sale una entrada en el blog!
(todavía abro este blog cuando doy la vuelta de revista sin saber a quién pertenece!!)
ResponderEliminarno el amor...
ResponderEliminarel Amor: esa es la Huella que el tiempo no sabe cómo morder.
Un abrazo
Patri: ¡¿a que es una grata sorpresa descubrirlo cada vez como si fuera nuevo?! :P
ResponderEliminarElchiado: mientras el hombre sepa morder esa huella ¿qué importa que el tiempo no sepa?
Te contaré, te contaré! ... porque ayer -después de leerte- me metí en la cama con "esa idea" (que me acababas de regalar) clarísima; pero le seguí dando vueltas hasta dormirme, y ahora tengo que decantarme por varias opciones.
ResponderEliminarCon la que sea, te lo haré saber, descuida.
Pues eso es justo lo que importa:
ResponderEliminarque el tiempo no es capaz de morderla y gastamos mucha energía en otras cosas que sí muerde rápido.
Felices reyes!