lunes, 14 de febrero de 2011

Dos osos en una trona

No hago más que ver caras donde aparentemente no las hay. Creo que me lo ha pegado Gonzalo. De hecho tiene una colección de inertes aunque expresivos rostros en la sección “Inanimados” en su blog (encumbresborrascosas)

Iba a enviarle esta fotografía para que la publicara, pero me ha parecido gracioso hacerle este pequeño homenaje a su sección y así vosotros la conocéis también.

Iba paseando por una calle de Alicante y me encontré con esta sonriente cara.

010 Dos osos en una trona

Cuando me acerqué a verla caí en la cuenta: ¡Son dos osos de peluche en una trona de bebé! Evidentemente saqué el móvil (qué gran invento el teléfono con cámara) y fotografié el instante.

010 Dos osos en una trona

(¡vamos!, ¡di que no he subido el listón!)

jueves, 10 de febrero de 2011

El Día Después

009 El dia despues

¡Aviso!: A quien esté en Málaga o le pille de paso, mañana a las 7 de la tarde en el centro de Diputación de Calle Pacífico 54 (cerca del centro cívico, en el paseo marítimo) se estrena “El día después”, el corto en el que soy actor, compositor y director musical (na… porque el puesto de director ya estaba cogido… jajaja)

¡Os dejo el trailer!

El día después

jueves, 3 de febrero de 2011

El Principito

«-Lo que embellece al desierto –dijo el principito – es que esconde un pozo en cualquier parte»

006 El principito

Es mi libro favorito. Dejando de lado las grandes historias de las novelas que he leído, si tengo que elegir, elijo un libro para niños: “El Principito”

¿Por qué? Pues es bien simple: igual que los desiertos, este libro esconde decenas de pozos repletos donde profundizar y beber. Es la belleza de lo escondido a los ojos.

He perdido la cuenta del número de veces que lo he leído. Sé exactamente en qué capítulos están las frases que me hacen reflexionar.

Incluso tengo un ritual: Compro la edición de bolsillo y subrayo cada frase que me hace bien, luego lo dejo en la estantería esperando a que aparezca la persona adecuada. Cuando lleva en su sitio un par de semanas suele aparecer en mi vida alguien que no ha leído el libro y tarde o temprano acaba confesándose. -¿Que no lo has leído? –Le digo asombrado a su futuro dueño –Déjame que te lo regale. Entonces ha terminado mi búsqueda, fecho el libro por si alguna vez el dueño quiere recordar el día en que dejó de preguntarse por la edad para interesarse por las colecciónes de mariposas y dejo que el principito obre maravillas en su nuevo amigo.

007 El principito

Antes de la cena de nochevieja de este 2010 me encontré con un ejemplar del libro troquelado y no pude evitar comprarlo, aún teniendo la edición de bolsillo ya en mi estantería. Recuerdo que aquella cena comenté que me había comprado el libro y entonces apareció, como siempre, una futura dueña de mi ejemplar de estantería. Al tiempo subrayé con esmero la frase del capítulo XXIV «Es necesario proteger a las lámparas; un golpe de viento puede apagarlas…» y el capítulo XXIII completo, porque no era capaz de elegir, y ese día dejé volar el libro “aprovechando una migración de pájaros silvestres”.

008 El principito

«¡Y ninguna persona grande comprenderá jamás que tenga tanta importancia!»